Ciberacoso.
Desde el grupo TIC, hemos
pensado que sería interesante dedicar en este blog un apartado al ciberacoso.
Desgraciadamente es un tema que está adquiriendo cada vez más importancia en
los centros educativos.
Toda la información de esta
entrada ha sido extraída de la web del Instituto Nacional de Tecnologías de la
Comunicación y la guía que he editado en Octubre de este año, que podéis
consultar en la siguiente dirección: http://menores.osi.es/padres-madres/destacados/inteco-presenta-la-%C2%ABguia-de-actuacion-contra-el-ciberacoso%C2%BB-para-padres-y-e
Tal y como cita el artículo,
acoso escolar ha existido siempre y hemos de distinguir entre el ciberbulling y
el grooming, veamos:
“…
hay dos riesgos que siempre han existido: el acoso escolar llevado entre alumnos
o el acoso por parte de un adulto a un menor con fin sexual, que se han «adaptado»
a las nuevas tecnologías bajo los nombres de: ciberbullying y grooming.
Cuando
hablamos de ciberbullying, es el acoso entre iguales, que siempre ha existido,
pero llevado a cabo a través de medios telemáticos como Internet, teléfonos
móviles, smartphones, vídeojuegos, etc. Tanto el acosador, como la víctima,
suelen ser personas de la misma o similar edad. Por norma general, viene
asociado con amenazas, insultos, vejaciones o de la creación de perfiles en
redes sociales suplantando la identidad de la víctima y asociándola a
contenidos vejatorios, del etiquetado de fotografías de otras personas o cosas
con intención ofensiva hacia la víctima…
Cuando
hablamos grooming estamos hablando de una situación de acoso hacia el menor procedente
de una persona mayor con finalidad sexual explícita o implícita. Por norma general,
un adulto desarrolla una serie de acciones para ganarse la confianza del niño
con el fin de obtener concesiones de índole sexual. Suelen incluir actuaciones
que van desde un acercamiento con empatía y/o engaños, hasta chantaje para
obtener imágenes comprometidas del menor y, en casos extremos, pretenden un
encuentro en persona.”
También destacaríamos las
maneras de detectarlo, tal y como aparece en la guía, podemos encontrar:
·
Cambios
en sus hábitos:
o
En
el uso de dispositivos móviles o de Internet
o
De
asistencia a clase
o
Por
ausencia en actividades hasta ese momento preferidas
o
En
altibajos en los tiempos de estudio y en el rendimiento del trabajo escolar
o
De
variaciones en sus actividades de ocio habituales
o
De
regularidad en la cantidad de comida y maneras de comer
o
Por
permutas en los grupos de iguales, en ocasiones antagónicos
o
En relación con los adultos, en cuanto a la
frecuencia y dependencia de ellos o en cuanto a su capacidad de concentración y
de mantenimiento de su atención
o
Por modificación de sus costumbres de
ocupación de su tiempo libre
o
En estados de humor
o
Por variabilidad de grupos de referencia.
·
Cambios
en el estado de ánimo:
·
Fundamentalmente
en el humor
·
Momentos
de tristeza y/o apatía e indiferencia
·
En
actitudes de relajación y tensión, incluso de reacción agresiva inusual
·
Excesivas
reservas en la comunicación.
·
Cambios
en su red social:
o
Intercambios
extraños de red social y/o por repentina pobreza, ausencia de
o
amistades
y de relaciones sociales
o
Falta
de defensa ante supuestas bromas públicas u observaciones públicas,
o
inocuas
aparentemente a ojos de los adultos
o
Miedo u oposición a salir de casa.
·
Cambios
físicos o en sus pertenencias:
·
En
su lenguaje corporal ante determinadas presencias: hombros encorvados, cabeza
gacha, falta de contacto en ojos, rechazo de la presencia pública,…
·
En
la ocupación de espacios escolares: cercanía a adultos, miedo a recreos,
ocupación de rincones, paredes y espacios protegidos y controlables
visualmente,…
·
De
ocultamiento especial cuando se comunica por Internet o móvil
·
Explosiones
agresivas momentáneas
·
Manifestaciones
de enfermedad o dolencias frecuentes
·
Pérdida
y/o deterioro de pertenencias físicas, lesiones físicas frecuentes sin
explicación razonable.
• Cambios somáticos:
·
Aumento o pérdida de peso rápido derivados de
cambios en el
·
comportamiento ante la comida: falta de
apetito o comidas compulsivas
·
Mareos frecuentes con síntomas no comunes
·
Dolor de cabeza o estómago que no ocasionan
despertares nocturnos pero
·
que impiden realizar actividades normales
como el ir al colegio
·
Diarreas frecuentes sin ir acompañadas de
vómitos o fiebres
Desde el Centro observamos la conducta de vuestros hijos, y desde casa
si observáis algo extraño, actuad.